Santo Domingo
Alfabetizar no sólo es asunto de enseñar a leer y a escribir. Es mucho más
que eso, opina Teresa Peralta, especialista en educación y bibliotecología.
Entiende que las bibliotecas tienen un rol protagónico en todo proceso de
mejoras en el sector educativo y especialmente en el marco de un Programa
nacional de Alfabetización.
“De nada servirá enseñar a leer y a escribir si a los ciudadanos y ciudadanas
no se les ofrecen espacios para que ejerciten y reafirmen esos conocimientos”.
Considera que el complejo proceso de aprender a leer y a escribir es
significativo para la vida de todos y que es mucho más motivador para un adulto
mayor ir a una biblioteca o a un espacio de lectura, que asistir a una escuela
donde siente que lo van a tratar como a un estudiante más.
Peralta dice que es muy importante crear estrategias a disposición de esos
700,000 ciudadanos que se pretende alfabetizar en todo el país.
HERRAMIENTAS QUE PODRÍAN CONTRIBUIR
“Una clara política cultural y
educativa, definida ya y expresada en leyes y decretos se impone ahora para que
las bibliotecas dominicanas sean rehabilitadas sin pompas ni lujos
innecesarios; se desarrollen los programas de capacitación para poner a tono
con las competencias que los nuevos tiempos exigen al recurso humano necesario y
que desde ellas, se promueva una cultura de la lectura imprescindible para el
éxito de un programa de alfabetización”, manifiesta Peralta.
Agrega que el concepto de educación a lo largo de toda la vida está muy
ligado al concepto de alfabetización funcional y que abarca el aprendizaje en
todas las edades y modalidades: formal, no formal e informal.
En base a todo ello es que demanda que se cumpla con la Ley No. 520-08, del
Libro y las Bibliotecas, en la cual se establece la red de bibliotecas públicas
y escolares en el ámbito nacional con sus respectivas inversiones desde el
Estado.
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